martes, 28 de mayo de 2013

Beethoven y Furtwängler





"La ciencia histórica ha supuesto hasta ahora que el arte moderno, en este caso la música, sólo por el hecho de existir es también la expresión adecuada de nuestra época. Habida cuenta de que el músico actual se halla tan sometido al dictado-casi diríamos "terror"-de su material, se plantea hasta que punto es capaz de dar expresión completa al alma del hombre moderno.
Existe hoy una teoría según la cual la música europea ha llegado a su final y hay gente que defiende esta teoría con el más personal de los apasionamientos, como si fuera un dogma de fe. Puede que también sea humanamente comprensible generalizar las propias imperfecciones, pues entonces ya no aparecen solo las propias, y aunque dejemos que los apasionados defensores de esta teoría, al menos para su propia persona y rendimiento, presenten la prueba veraz de que la música ha llegado a su final, tenemos todo el derecho a no infravalorar la peligrosidad de estas ideas y pasar por alto los numerosos signos de la grave crisis que afecta a nuestra vida musical. ¿Qué aspecto tendría la música si no pensáramos en las problemáticas obras de hoy, envueltas en el halo favorable o desfavorable de los distintos bandos, sino en una música que, como la de Beethoven, ha demostrado tener una considerable fuerza vital en los últimos ciento cincuenta años?"

Wilhelm Furtwängler, Beethoven y nosotros, 1951, en Sonido y Palabra, Acantilado, Madrid, 2012